Miley Cyrus pasará a la historia de la televisión y el mundo del espectáculo por varias cosas. Pero la primera, sin duda, será por hacer la transición más desastrosa de la infancia a la juventud en la historia del entretenimiento.
Miley y sus asesores han sido capaces de convertir a la otrora estrella de Disney en uno de los personajes, en nuestra opinión injustamentye, más odiados de su generación.
Y todo por Miley es tonta y muy, muy ambiciosa. No es una jóven que brille por su inteligencia. Pero si por su ambición sin límites. Y, precisamente, inteligencia es lo que le ha faltado a lo largo de toda esta transición. La forma de “asesinar” a la mano que le ha dado de comer durante todos estos años, la que le ha dado dinero, fama y la posibilidad de hacer ahora lo que quiera en Hannah Montana.
Miley Cyrus se despidió con una fiesta de Hannah Montana. Pero lo peor es que no le ha dado las gracias. Luego ha querido acabar con el mito pasando de los 10 a los 20 años.
El problema, según dicen quienes conocen su entorno, es que no vive en el mundo real. Miley vive un mundo en que todos sus caprichos se cumplen... Nada perturva la percepción que ella tiene de ser el centro de del universo. Las personas que la rodean sólo le dan buenas noticias y no lee nada de lo que es malo ya que nunca se llega a ella.
El cantante admitió que ella es ignorante acerca de comentarios negativos o chismes que aparece sobre ella ya que esto es el trabajo del equipo que la apoya. El único consejo positivo que le han dado últimamente es utilizar siempre pantalones para evitar que se repita el bochorno del caso Perez Hilton.
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